¿Por qué nació el taller?
Cuando comencé a escribir textos literarios –aclaro “literarios” porque antes escribía artículos de Lengua y Literatura para una revista de educación- me hacía muy feliz el proceso creativo, buscar y buscar hasta que mis palabras en un cuento o en un poema, me representaran. Pensé en compartir la experiencia y los conocimientos que tengo como Profesora de Letras pero en un ámbito diferente del escolar. Supuse que habría personas con el deseo de expresarse literariamente que ya habían pasado la etapa de estudios y que quizá no tenían posibilidades de acceder a clases de Literatura con prácticas de escritura creativa. También pensé –pienso– en la importancia de la promoción de la lectura y la expresión literaria en la comunidad. Así elaboré el proyecto y lo inicié en cuanto dejé de dar clases en la enseñanza sistemática, institucional. Lo llamé “Taller literario Identidad –Literatura en acción”, tiene dos formas: itinerante gratuito para promocionar la lectura y el desarrollo de la escritura creativa en la comunidad, y particular arancelado para acompañar a personas en su camino literario. Creo que el Taller nació de la pasión por la Literatura y de la necesidad de compartirla, es algo propio de la vocación docente.
¿Por qué el nombre?
Se lo conoce por Taller literario Identidad pero cuando elaboré el Proyecto lo llamé “Taller literario Identidad – Literatura en acción”. Identidad porque considero la lectura y la escritura creativa vehículos de búsqueda y hallazgo o confirmación de quién se es o quién se quiere ser. Literatura en acción alude al objetivo de promoción de la lectura y desarrollo de la escritura creativa que realizo con actividades ad honorem y de modo itinerante, destinadas a la comunidad en general. Recorrí las dieciséis localidades de La Matanza, escuelas, plazas, festivales de arte, ferias del libro, bibliotecas, y hasta en la calle, accionando con actividades diversas para ese objetivo. También como invitada en Ferias del Libro, de Bs. As., de La Habana, de Venezuela, del libro y la lectura de Guatemala, y en Colombia en la Megabiblioteca de Cartagena, etc. Cuando sucedió el aislamiento social por la pandemia la “Literatura en acción” no la detuve, organicé encuentros literarios on line mensuales como “Literarte Sur” y “Poesía en pantuflas” y colaboré con un Taller literario de Guantánamo, que dábamos por Whatsapp porque en Cuba, a raíz del bloqueo, no acceden a Zoom. Ese accionar que tanto disfruto, me trajo estímulos para continuar con mi compromiso, al ser Declarado de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación (2015) y por la Secretaría de Cultura y Educación del Municipio de La Matanza; también obtuve “Premio en Arte y Cultura como acción social, voluntariado y bien común” otorgado por la Unión de Países por la Paz, organismo con consultoría en la O.N.U., y fue distinguido con el Premio Nacional Madre Teresa de Calcuta por la biblioteca bonaerense del mismo nombre por “Labor en promoción de la lectura y las bibliotecas y desarrollo de la expresión literaria”.
¿Tiene restricciones un taller? ¿Cuáles?
Acordemos en principio que en arte no puede haber restricciones y la literatura es arte, por lo tanto en mi taller no hay restricciones. Seguramente te referís a otra cosa como a edades, conocimientos previos… Mi taller está destinado a adolescentes, jóvenes, personas adultas y mayores. Y respecto de la experiencia no es necesaria para participar de mi taller, tampoco estudios y/o experiencia en escritura literaria.
¿Por qué le recomendaría a alguien empezar en su taller?
¡Por suerte lo recomiendan quienes han participado o participan! Por mi parte, más que recomendar, invito. Pueden acercarse para conocer y luego decidir continuidad, me interesa que conozcan la dinámica que desarrollo y la didáctica que aplico sobre la base del aprendizaje cooperativo yendo de la práctica a la teoría. Las consignas de escritura creativa son generales o individuales, según amerite. Priman la libertad de expresión, el respeto, el compañerismo en los aportes de los participantes, y mis devoluciones son personalizadas. Disfrutamos de la lectura y análisis de autores/as que son referentes para aprender técnicas, estrategias y disfrutamos del proceso creativo, eso es imprescindible. Cada cual hace su propio camino con intereses, temas y estilos personales. Hay excelentes resultados en el crecimiento de los integrantes del Taller cuya evolución se pueden apreciar en cada “Improntas” -las antologías que publicamos al cierre de los ciclos-, y en los libros personales, revistas y antologías de premiados donde muchos integrantes están distinguidos.
¿Qué opinión tiene de la modalidad virtual?
Desde que inicié mi taller, hace casi 15 años, utilicé la tecnología, dando mi taller no sólo en forma presencial. Lo di también a distancia. En aquellos tiempos en grupos cerrados por Facebook y a partir del 2020, por plataformas. Actualmente mi taller es semipresencial: una clase presencial por mes y las demás clases on line que fluyen como si estuviéramos en la sede (aula o biblioteca). Participan personas que viven en otras provincias o en ciudades alejadas como Jujuy, una isla de Tigre, el Bolsón, y desde Italia; personas con dificultades de movilidad física prefieren cursar sólo on line. También utilizamos grupos de Whatsapp que funcionan durante el día de la clase y allí queda siempre a mano el material de lectura, las producciones, los enlaces, correcciones, etc.
¿Para qué sirve un taller literario?
Un taller literario sirve en tanto sea un espacio para leer y ser leído en profundidad, en un clima que permita analizar la propia escritura y plantearse objetivos que se irán logrando con el aprendizaje y la práctica de recursos, normativas, estrategias, que se trabajan a lo largo de los encuentros. Sirve si quien asiste entiende que no es un club de lectura ni es un café literario donde se lee, posiblemente se aplaude y ahí se termina todo. Sirve cuando quienes lo integran ponen todo de sí para que la escritura de todos luzca cada vez más. Y, por supuesto, sirve cuando la persona que coordina está preparada con conocimientos, experiencia, cuenta con la pedagogía para transmitirlos y vocación docente que se traduce en devoluciones desde la humildad, sinceras, generosas, respetuosas y amorosas.
Creo que en cierto modo respondí cuando hablé de la dinámica y didáctica que aplico. A lo largo de tantos años, muchísimas de las personas que integran mis grupos, llegan por consejo de otras que participaron o participan en alguno de los grupos. Considero que eso significa que mi taller fue importante en su literatura para lograr sus objetivos. Muchos concretaron la publicación de libros personales y/o están premiados, integran antologías de concursos, son invitados a leer en Ferias del libro, en radios, etc.
¿Por qué se habla de “taller” literario?
En un taller se construye, se produce algo. Se trabaja. Para construir hay que tener o buscar ideas, contar con elementos, herramientas, planificar etapas, ver cómo va quedando lo que se quiere producir, quizá corregir o quizá volver a empezar de cero hasta que se considere que se logró. En un taller literario lo que se produce son textos. El arte no es sólo inspiración y/o espontaneidad. Puede serlo, hay genialidades, pero un artista es humilde, se cuestiona y siempre está en la búsqueda, por eso relee su obra, la analiza, trabaja para producir un texto literario cuya escritura lo represente.
¿Cómo organiza el grupo o los grupos?
Mis grupos son heterogéneos tanto en edades como en experiencias de lecturas y escritura creativa. Cada persona puede aportar a la escritura de los demás, ya sea por conocimientos o por falta de ellos, ya sea por experiencia o por falta de ella. Por ejemplo, quienes se inician o los más jóvenes plantean dudas que remueven los anaqueles de quienes ya han transitado camino y desde ahí cooperan aportando sus conocimientos o descubren que todavía no se habían cuestionado tal cosa. Es muy interesante y enriquecedor el intercambio cuando se analizan los textos, las temáticas, se posicionan frente a tal o cual modo de comunicar. Al conformarse grupos heterogéneos, no ingresa la mediocridad, no se está en un nivel determinado y no ingresa la rutina y esto favorece la creatividad.
En cuanto a los talleres que doy por “Literatura en acción” los grupos ya están conformados por la institución que me convoca, escuela, Feria, biblioteca, etc. y suelo preparar algo específico en cada caso.
¿Por qué se dedica a coordinar un taller literario?
Entusiasmar a las personas para que se acerquen a la lectura y a la escritura creativa con mi taller itinerante, y acompañar a quienes transitan un camino literario -muchas veces un grandioso camino-, ver cómo descubren autores/as, crecen en el análisis, disfrutan del proceso creativo, mejoran su escritura, ver cómo encuentran o afirman su propio mejor modo de decir lo que quieren decir… me apasiona. Los escritores/as de mi Taller leen, escriben, disfrutan, reciben distinciones, publican libros… me da felicidad. Siento que decidí bien, que se va dando el motivo por el que nació mi taller. ¡Volvimos a la primera pregunta!
Nora Coria. Buenos Aires, 1958. Profesora en Lengua y Literatura. Correctora literaria. Editora. Publicó los libros Versos Vitales, Identidad, Miradas de sal, Mañana será mejor y Amaneceres sin retorno. Textos suyos integran libros, revistas y suplementos en diez países de habla hispana y en La Florida (EE.UU.). Está distinguida como “Mujer destacada de la Cultura” por el Foro femenino latinoamericano y ha recibido numerosos premios por sus escritos. Es jurado en certámenes nacionales e internacionales e invitada a Ferias del Libro participando en Bs. As., Cuba, Guatemala, Venezuela, con presentaciones, conversatorios y coordinando talleres, esto también en Colombia. Dirige el “Taller literario Identidad-Literatura en acción” que cuenta con ocho antologías y está Declarado de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación y premiado en Arte como “Acción social, voluntariado y bien común” por la Unión de Países por la Paz, con consultoría en ONU. Forma parte del Movimiento de artistas Proyecto cultural Sur, siendo la Coordinadora internacional de Artes literarias y habiendo presidido el núcleo Argentina.